El Azulejo
Azulejo o ladrillo azulejo es una pieza alfarera de cerámica, similar a la baldosa,3 de poco espesor y con una de sus caras vidriada (resultado de la cocción de una sustancia a base de esmalte que se torna impermeable y brillante).
Presenta muy diversas formas geométricas, siendo las más abundantes el cuadrado y el rectangular. La parte decorada puede estar decorada en un tono o color —monocromo— o en varios colores —policromo—, con superficie lisa o en relieve. Asociado de forma tradicional a la construcción y la arquitectura, el azulejo se ha empleado tanto en el revestimiento de superficies interiores como exteriores; asimismo puede aparecer como elemento decorativo aislado, o con valor representativo, a modo de cuadro o ilustración.4
Aplicados en paredes, pavimentos y techos de viviendas, palacios y arquitectura religiosa, o en jardines y redes del ferrocarril metropolitano, los temas de la decoración abarcan un amplio abanico, desde sencillas composiciones geométricas o vegetales hasta barrocos episodios históricos, escenas mitológicas, iconografía religiosa y motivos costumbristas.5
Su presencia ha sido determinante en la estética de la arquitectura hispano-árabe y en el arte hispanomusulmán en general, destacando su evolución en el mudéjar y en la loza portuguesa y española desde el siglo XVIII.6